He aquí el resumen de estos tres días que he pasado en la capital del norte de Japón, Sapporo. Fue un camino largo para llegar desde Hakodate, durando más de 3 horas y media el trayecto en tren (es lo que tiene que no llegue el shinkansen a esta ciudad), pero sin duda es una ciudad que merece la pena visitar. Así que vamos adelante con lo que ha pasado en estos tres últimos días.
Si por lo general intento buscar los hoteles cerca de las estaciones es por días como el de hoy, ya que no tuve que madrugar mucho para coger el tren que me llevaría a mi siguiente destino, Sapporo. Este trayecto iba a durar más de tres horas y media, y lo iba a hacer montado en el tren Super Hokuto, que visto así parece sacado de un anime japonés.
Creo que ha sido el trayecto más largo que he hecho en tren en toda mi vida, pero la verdad es que tampoco se me hizo tan pesado ya que iba entretenido con el móvil o admirando el paisaje. Da gusto poder contemplar el paisaje nevado japonés, le da un toque especial que no muchos turistas llegan a ver. En algunas partes del viaje el tren hacía el recorrido en paralelo a la costa, regalándome más vistas espectaculares.
Ya en Sapporo, lo siguiente fue buscar la línea de metro que me llevaría a la estación más cercana al barrio donde iba a alojarme, Susukino. Comentar que hay tres líneas de metro diferentes, interconectadas entre sí en distintos puntos, y desde la estación de Sapporo parten dos de ellas. Así que localizada la mía, compré mi ticket en la máquina por 200 ¥ y en dos paradas ya estaba allí. Tras 2-3 minutos andando desde la estación del metro, ya estaba en mi hotel, el APA Hotel Sapporo Susukino Ekinishi, un business hotel de tres estrellas que me salió poco más de 40 euros la noche, así que genial.
Como viene siendo normal en mí, llegué antes de la hora del check-in, así que dejé la maleta y empecé a explorar la que sería mi ciudad los próximos tres días. Lo primero que hice fue explorar un poco la zona de Susukino, que está considerada como la mayor zona de ocio desde el norte de Tokio hacia arriba, así que imaginen si tiene importancia.
Este barrio está hasta los topes de centros comerciales, tiendas, restaurantes, pasajes comerciales subterráneos y alguna zona picantona con edificios completos llenos de locales de dudosa reputación. De noche es un espectáculo con sus luces de neón, carteles publicitarios, una noria sobre un edificio y el ambiente que hay por sus calles, así que si buscas un poco de diversión en Sapporo, no dudes en pasarte por aquí.
Tras ver mi nuevo barrio, caminé un poco más en dirección al Parque Odori, que se encuentra entre Susukino y la estación de Sapporo, así que no tiene pérdida. En este parque de 1,5 kilómetros que se extiende de forma alargada de este a oeste, se celebra en el mes de febrero el Festival de la nieve de Sapporo, posiblemente su evento estrella, siendo también lugar de celebración de otros importantes festivales durante el año.
Además, en esta zona puede encontrarse la Torre de TV de Sapporo, una torre similar en forma a la de Tokio, aunque de menor tamaño, y que tiene un observatorio al que puedes acceder para tener una vista completa del parque y sus alrededores. En mi caso, no subí esta vez, y es que la primavera no ha llegado oficialmente a estas tierras y los árboles del parque estaban un poco "pelados", por lo que consideré que no valdría mucho la pena.
Siguiendo con mi paseo en dirección a la estación, llegué a la Torre del reloj, un pequeño edificio del siglo XIX de color blanco adornado en lo alto por un reloj que fue traído desde Boston. Es curioso encontrarte con un edificio así en medio de rascacielos. Por cierto, si estás pensando visitarlo próximamente, que sepas que en breve lo cerrarán para rehabilitar la fachada y estará así unos meses.
Caminando un poco más, llegué a la antigua oficina del gobierno de Hokkaido, un gran edificio de ladrillo de color rojo en medio de un parque. El edificio es bastante bonito, así que recomiendo ir a visitarlo, sobre todo cuando estén en flor las diversas variedades de árboles que pueblan el parque.
Finalmente, y tras andar unos pocos cientos de metros más, llegué de nuevo a la estación de Sapporo, que no solo es el punto de transporte principal de la ciudad, sino que alberga varios centros comerciales, así como una gran torre en cuya planta 38 hay un observatorio al que puedes acceder previo pago de 720 ¥. Se notaba que era sábado, porque aquello estaba a tope de gente, así que tras curiosear un poco por las tiendas, decidí volver al hotel, que encima ya se estaba metiendo más frío.
Hoy tocaba ir a visitar la Villa histórica de Hokkaido, que es un complejo formado por distintos edificios históricos que recrean a través de cuatro tipos de poblados (pesquero, de montaña, uno granjero y uno normal) como era la vida en la época a finales del siglo XIX y principios del XX.
Hay distintas formas de acceder al recinto, pudiendo llegar en metro hasta la estación de Shin-Sapporo, para luego coger el bus número 22 (210 ¥) hasta la villa (el que utilicé yo al aprovechar que había un pase de metro más barato por ser fin de semana), o aprovechando si tienes el JR Pass aún activo y cogiendo un tren JR desde la estación de Sapporo hasta la de Shinrinkoen, y luego desde allí el mismo bus, que para justo delante, hasta la villa. Este bus pertenece a JR así que si tienes el JR Pass este trayecto te saldría "gratis".
El bus para justo delante de la villa, la cual verás claramente por un gran edificio de color amarillo que sirve de entrada. Cuando yo llegué aún quedaba nieve en su tejado, así que pasar por la puerta se convirtió en deporte de riesgo para evitar que me cayeran los goterones encima.
La verdad es que la visita estuvo muy bien, pudiendo visitar un montón de edificios que recreaban a la perfección lo que tuvo que ser vivir en Hokkaido en aquella época. Al ser aún una época de frío, los árboles del camino principal estaban sin hojas, lo que le restaba belleza al lugar, pero a cambio pude hacer la visita casi sin turistas.
Yo no soy amigo de estas cosas, pero en el recinto tienen un caballo que tira de una especie de pequeño vagón que va por raíles y que te lleva un tramo del recorrido. Yo preferí ir paseando todo el camino, y de paso evitarle un sufrimiento innecesario al animal.
Estuve entrando y saliendo de distintos edificios, asomándome únicamente en algunos ya que era necesario estar quitándose los zapatos y la verdad es que con el frío que hacía no me apetecía mucho. En algunos de ellos habían maniquíes que simulaban al personal de edificios singulares, como podían ser la comisaría, la barbería, o alguna tienda. Estaba curioso, porque en algunos de ellos, al entrar comenzaba a reproducirse una grabación que simulaba los sonidos y conversaciones de la época. Me habría gustado entender japonés para meterme más en situación.
Me pasé más de dos horas largas en la villa, y habría estado más de no ser porque una parte de unos de los poblados estaba embarrada y no podía pasar, y porque al ser fin de semana, había poca frecuencia en el bus y tuve que acelerar para no perder el siguiente. Sin duda recomiendo esta visita a todo el que venga a Sapporo, ya que por 800 ¥ aprenderás más sobre su historia y pasarás un buen rato viendo cosas curiosas. Como dato adicional, hay una entrada conjunta si te apetece además visitar el Museo de Hokkaido, al que puedes llegar dando un paseo desde la villa o cogiendo el mismo bus que antes.
Ya de vuelta en la estación de Sapporo, a la que llegué aprovechando que tenía el pase de un día para el metro (hay uno más barato en fin de semana que cualquier día entre semana), quise ir a probar mi primer ramen de la ciudad a Ramen Republic, una zona situada en la décima planta del centro comercial ESTA (junto a la estación de Sapporo) que simula varios callejones decorados de forma curiosa y con distintos restaurantes de ramen donde probar las distintas variedades de la zona. Como gran amante del ramen que soy, no podía dejar escapar la oportunidad.
Por una vez, me dejé aconsejar por la camarera, a la que le pedí que me diera el mejor ramen que tuvieran, y me acabó trayendo una nueva variedad con pasta de soja que estaba a una temperatura similar a la de la lava y encima con algo de picante. Vamos, que fue sencillito comérselo. A mi lado había un chico japonés que se pidió el mismo, y vi como a él también le estaba costando, porque entre los dos nos ventilamos la jarra de agua en un minuto.
Ya con el estómago lleno (y ardiendo), volví a coger el metro hasta la estación de Odori, para desde allí coger otra línea hasta el Parque Maruyama, uno de los principales lugares de la ciudad para ver el sakura, siempre y cuando lo pilles, cosa que no fue mi caso. Pero igualmente quería ir a visitar el santuario que alberga, el Santuario de Hokkaido, y acercarme al estadio de béisbol a ver si pillaba a algún equipo de niños jugando, cosa que me entretiene bastante.
Lo primero sí pude hacerlo, con la suerte de que justo al yo llegar también lo estaba haciendo un viaje organizado de chinos, mis grandes amigos. Pero por suerte se quedaron todos purificándose en la fuente de la entrada y pude pasear por el santuario con tranquilidad.
Justo en ese momento, empezó a caer una fina lluvia, o eso pensaba, porque al segundo se transformó en agua-nieve y comenzó a caer con más fuerza, así que mi plan de pasar la tarde de domingo viendo un partido infantil de béisbol se fue al garete. Con el tiempo así tuve que acelerar el paso para volver a la estación de metro y poner rumbo de vuelta al hotel.
Hoy creo que ha sido el día que más tarde me he despertado desde que llegué a Japón, y es que anoche me quedé hasta tarde viendo el derby entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid por internet, así que me vine a quedar dormido cerca de la una de la mañana, cosa que no había hecho en todo el viaje.
Como estaba hoy de gandul, vine a salir del hotel cerca de las 13:00, así que me fui directo a buscar donde comer, y como casualmente tengo cerca del hotel el callejón de Ramen Yokocho, una pequeña callejuela habitada únicamente por restaurantes de ramen, pues me vi "obligado" a visitarla y probar mi enésimo ramen del viaje. Después de todos los ramen que estoy comiendo van a convalidarme el título de especialista en este tipo de plato.
Tras el amuerzo, volví a visitar el parque Odori, ya que el otro día me limité a ver el trocito más cercano a la torre de TV. Es una pena que haya venido tan pronto este año, porque con los árboles en todo su esplendor debe de ser bastante bonito. A lo largo de su kilómetro y medio puede verse un obelisco y algunas esculturas que van adornando el paseo.
Como estaba comenzando a llover, opté por meterme en algunos de los centros comerciales de la zona, así como visitar los pasajes subterráneos de Pole Town y Aurora Town, ambos más largos que un día sin pan y llenos de tiendas a los lados.
Y como el tiempo no mejoraba, tras unos cuantos paseos por la zona, me volví al hotel para escribir este resumen de mis tres días en Sapporo. Sin duda es una ciudad que hay que visitar, a poder ser coincidiendo con alguno de sus mejores festivales, como el de la nieve en febrero. Ha sido una gran experiencia mi primera visita a la isla más al norte de Japón, y espero poder transimitir todo lo que he ido viendo en los artículos que publicaré sobre la zona cuando vuelva a casa.
Mañana toca coger un vuelo de regreso a Tokio, así que posiblemente este sea el último de los capítulos del diario de viaje, ya que considero que el día a día en Tokio durante casi tres semanas no daría para escribir un relato diario. Pero a cambio voy a probar algo nuevo, que espero te guste, así que si aún no lo conoces, te recomiendo que te suscribas a nuestro canal de YouTube porque vas a poder ver la ciudad de Tokio mucho más de cerca.
Y para que puedas disfrutar de la aventura de una manera más visual, aquí te dejo un vídeo de casi una hora de duración con estos últimos días por el norte de Japón. ¡Espero que te guste! Y si es así, recuerda suscribirte a nuestro canal de YouTube y darle al like ;)
Muchísimas gracias por haberme acompañado en estos 41 días desde que llegué a Tokio hasta el día de hoy en Sapporo. Esto no es el final de la aventura, ni mucho menos, ya que como acabo de contarte seguiré publicando contenido durante las casi tres semanas que estaré en Tokio a través de YouTube y de las cuentas de Instagram (con fotos y varios directos a los que espero que te unas), y de Twitter, donde escribo cosas prácticamente a diario.
Además, cuando vuelva a casa, podré compartir contigo multitud de artículos, guías y mapas sobre todo lo visto en el viaje, con recomendaciones de restaurantes, hoteles y todo aquello que me haya llamado la atención. Sin duda queda mucho por compartir y esperamos que sigas con nosotros para enterarte de todo.
Te agradeceríamos que nos dejaras algún comentario sobre lo que te ha parecido este diario de viaje, si crees que nos han faltado cosas o cualquier crítica constructiva que quieras hacernos. Igualmente aceptamos sugerencias para los próximos vídeos de nuestro canal de YouTube que vamos a publicar, así que date prisa y háznoslas llegar para tenerlas en cuenta a la hora de grabar aquello que más te interese. ¡Gracias por seguirnos!.
Comentarios
Annik Ho
18/04/2018
¡Vaya! Yo esperaba que fueras a escribir también alguna cosilla de Tokio jajaja pero bueno, si vas a hacer videos, pues estaré al tanto para no perderme nada. Por fin conseguí ponerme al día, y la verdad es que está todo muy interesante. Muchas gracias por las entradas! Y gracias por adelantado, por todos los artículos y guías que harás.
Un saludo!
Directo a Japón
23/04/2018
Siento no haber escrito nada de estos días en Tokio, pero creo que habría sido un poco aburrido porque han habido días en los que no tenía nada \"emocionante\" que contar. De todos modos reflejaré mis experiencias en las guías que están por venir, y en los vídeos que quiero ir subiendo poco a poco.
¡Muchísimas gracias por haberte leído todos los posts! ^_^