Cuando hablamos de Tokio inevitablemente pensamos en Asakusa. Y hablar de Asakusa es hablar del templo Sensoji, el templo budista más antiguo de Tokio. Si nos has seguido desde hace algún tiempo, ya sea por nuestro canal de YouTube como en el podcast, sabrás que tenemos una gran debilidad por este barrio de Tokio y es por ello que intentaremos transmitirte en este artículo al menos una pequeña parte de lo especial que es este lugar para nosotros.
Si hablas con alguien que haya viajado a Japón al menos una vez te darás cuenta de que lo habitual es que se tengan uno o dos lugares preferidos en todo el país que repetirías una y otra vez sin dudarlo. Pues bien, Asakusa es uno de ellos, y el templo Sensoji es parte fundamental en esa decisión. ¿Quieres saber por qué? Pues sigue leyendo.
No somos de los que te queremos llenar la cabeza con datos históricos que posiblemente te interesen poco o que acabarás olvidando a los pocos minutos de haberlos leído, pero opinamos que un breve repaso a la historia que hay detrás de la creación del templo Sensoji puede ayudarte a completar una visita al templo.
La mañana del 18 de marzo del año 628, los hermanos Hamanari y Takenari Hinokuma pescaron en el río Sumida algo que no se esperaban, una estatua de Bodhisattva Kannon. Inicialmente intentaron deshacerse de ella pero la estatua no dejaba de volver a aparecer en la orilla del río, por lo que acabaron llevándosela a su poblado. Viendo la situación, el jefe de la aldea decidió convertir su casa en un pequeño templo donde venerar a esta diosa budista de la misericordia, dando lugar a la creación del templo Sensoji en el año 645.
Existen varias formas de llegar al Sensoji, desde caminando hasta utilizando el famoso metro de Tokio, pasando también por un pequeño crucero por el río Sumida. No tienes pocas opciones para hacerlo, así que te resumimos a continuación las mejores alternativas para que llegues sin problemas al templo Sensoji.
Y es que, al no tener una estación de la línea Yamanote cerca de su ubicación, una buena alternativa es bajarse en la estación de Ueno y recorrer los cerca de 2 kilómetros que separan el templo de dicha estación. Podrás contemplar una gran variedad de tiendas, entrar a algún konbini a reponer fuerzas o simplemente callejear y ver otra cara de Tokio. Lo bueno es que gran parte del camino lo puedes hacer en línea recta, así que es fácil orientarse y no perderse, aunque a veces "perdernos" un poco no viene mal.
Como acabamos de mencionar, en las inmediaciones del Sensoji no hay ninguna estación perteneciente a la línea Yamanote o a cualquier otra de las líneas de la Japan Railways (JR), así que habrá que tirar de otras líneas privadas del metro de Tokio como son la línea Ginza (pasa por Shibuya y Ueno, por ejemplo), la línea Asakusa (útil si vienes de la zona de Shimbashi o de la Torre Skytree), la línea Tobu (muy utilizada para los que quieran viajar hasta Nikko) o el Tsukuba Express con el que puedes llegar desde Akihabara.
Pues sí, has leído bien, puedes llegar a la zona del Sensoji por barco. Existen distintas compañías de ferry privadas (ellos los denominan water bus) que realizan viajes entre distintos puntos de la bahía de Tokio y que te llevan de paseo a través del río Sumida, y una de esas paradas es Asakusa, muy cerca del templo Sensoji.
Uno de los trayectos más utilizados por los turistas es el que une Asakusa con Odaiba, aunque también conecta con otros puntos turísticos como los jardines Hamarikyu. Una manera original y curiosa de disfrutar de una visión diferente de Tokio. Podrás encontrar en el paseo junto al río el lugar donde comprar tu ticket y tomar el ferry.
Pues, ¿qué se puede hacer en un templo? La respuesta corta es pasear y sacar fotos. Pero el Sensoji merece que le dediquemos tiempo y nos detengamos a observar varios de sus elementos, los cuales te detallamos a continuación. Te avisamos de que el Sensoji es uno de los templos más visitados de Tokio, así que lo normal será que esté lleno de turistas y de japoneses que van a presentar sus respetos a la deidad del templo, así que tómatelo con paciencia y disfruta del momento.
La entrada principal al templo y cuyo significado es "Puerta del trueno". Si has indagado un poco antes de visitar el templo, rápidamente la reconocerás por el gran farol rojo que cuelga de la puerta y en cuya superficie pueden leerse en kanji "Kaminarimon". Cuando pases por debajo de esta gran linterna, fíjate en el dragón que adorna su base y cuya presencia ahí tiene mucho que ver con el nombre oficial del templo, Kinryuzan (montaña del dragón dorado).
Protegiendo la entrada verás a cada lado a los dioses del trueno (Raijin) y del viento (Fujin), con una mirada que haría retroceder a cualquiera que quisiera hacer el mal en el templo.
Una vez atraviesas la puerta de entrada te encontrarás con un largo pasillo flanqueado por unas 90 tiendas de todo tipo. Aquí encontrarás infinidad de souvenirs y puestos de comida que harán que sus cerca de 200 metros te parezcan 2 kilómetros de todas las paradas que harás para curiosear.
Como curiosidad, cuando cae la noche y cierran las tiendas, podrás ver las distintas pinturas que adornan las persianas metálicas que protegen el negocio. Hay auténticas obras de arte, así que no dejes de pasarte a la hora del cierre si tienes la oportunidad.
Esta puerta marca el final de la calle Nakamise y el acceso a la zona principal del templo. Esta puerta también está protegida por dos guardianes Nio, que según cuenta la"leyenda" su forma vino inspirada en dos luchadores de sumo de los años 60. Como otra curiosidad de esta puerta podemos destacar las dos enormes sandalias de paja que verás en la parte posterior de la puerta.
Estas sandalias gigantes fueron creadas por los vecinos del pueblo de Murayama, origen del escultor que se encargó de crear las estatuas que protegen la puerta, y que en agradecimiento por el honor de exhibir su trabajo en tan famoso templo acuden cada ciertos años a traer unas nuevas sandalias que sustituyen a las anteriores. Mencionar también que la planta superior de la puerta Hozomon alberga algunos de los mayores tesoros del templo.
Uno de los elementos más espectaculares del templo Sensoji es esta pagoda de cinco pisos que data del siglo X. La que se ve actualmente es una reconstrucción, ya que la anterior fue destruida durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. No se permite el acceso a turistas, albergando en su interior cientos de tablillas que conmemoran el fallecimiento de algunas personas. Su actual ubicación tampoco es la original, pudiendo verse en el templo una marca de la ubicación inicial.
¿Recuerdas la estatua de la diosa de la que hablamos al principio de este artículo? Pues según dicen, se encuentra en el interior de este edificio, el principal del complejo. Pero no podrás quitarte la duda de si es verdad o no ya que no está a la vista de los visitantes curiosos.
Frente a este edificio verás un gran quemador de incienso donde se agolpan cientos de personas intentando atraer su humo purificador y sanador hacia aquellas partes de su cuerpo que necesiten sanar, aunque la inmensa mayoría trata de atraerlo hacia su cabeza.
En la parte derecha verás una fuente decorada espectacularmente, con un dragón de bronce. este tipo de fuentes se llaman temizuya y sirven para realizar el ritual de purificación o temizu donde dejas atrás los malos espíritus que queremos dejar fuera del templo.
Otros elementos de esta zona del templo son el saisen-bako (una caja de madera donde verás que los japoneses lanzan monedas en su interior antes de lanzar sus plegarias a la deidad del templo) y las casetas donde conocer tu suerte mediante el omikuji (deberás sacar un palito de madera de un cilindro metálico, indicando este palito un símbolo que deberás localizar en unos pequeños cajones frente a tí que esconden en su interior hojas de papel con tu suerte, que según sea buena o mala podrás colgar en el lugar designado para ello para que esa mala suerte no te alcance).
Este pequeño santuario es un claro ejemplo de la convivencia en Japón del budismo y el sintoísmo. Aquí se venera a los hermanos que encontraron la estatua de la diosa, así como al jefe del poblado que la expuso en su casa.
Por esta zona final del templo encontrarás un área de descanso con algunas vending machines, así como unos baños públicos que te vendrán muy bien a estas alturas de la visita.
Aprovecha también para visitar las calles comerciales techadas (shotengai) que discurren junto a la zona del templo. Encontrarás varias tiendas de souvenirs, una de nuestras tiendas preferidas para comprar meronpan (el Kagetsudo meronpan), un pequeño parque de atracciones, y hasta un centro de bateo donde podrás simular a tus personajes de anime favoritos.
Un fijo en nuestras visitas por la zona es pasarnos a ver el templo de noche. Te darás cuenta de que no tiene nada que ver a cuando vas de día, ya que la iluminación nocturna cambia totalmente el paisaje del templo. Y qué decir de la casi nula presencia de turistas (sin contarnos a nosotros). Pero este secreto que quede entre nosotros, ¿vale?
Y ya que vas de noche por la zona, pásate por la calle Hoppy, un área de izakayas donde podrás mezclarte con los japoneses que acuden a Asakusa a comer y beber algo al final del día.
Infórmate sobre si habrá algún festival en la zona del Sensoji durante la fecha de tu visita. A mediados de mayo podrás ver el Sanja matsuri, donde podrás disfrutar de la gente cargando con los pequeños santuarios mikoshi. Otros festival al que pudimos asistir es el Shirasagi no Mai, el cual tiene lugar a principios de abril y principios de noviembre. En este peculiar festival podrás disfrutar de espectáculos de danza tradicional con unas vestimentas que simulan a la garza blanca tan típica de Japón.
¿Sabías que en Asakusa también hay geishas? Pues si tienes suerte y te cuadran las fechas podrías asistir a un espectáculo de geishas, ¡y gratis! Este evento está patrocinado por la oficina de turismo de Asakusa y en distintos momentos del año ponen a disposición de todo aquel que quiera disfrutar del espectáculo unas 100 entradas que serán para los más rápidos.
Y siguiendo con las geishas, el segundo sábado de abril se celebra el Asakusa Kannon-ura Ichiyo Sakura Festival, cuyo evento principal es el pasacalles que llevan a cabo residentes y estudiantes de la zona ataviados con ropajes que simulan a las antiguas oiran (cortesanas).
Si te apetece llevarte una vista diferente del templo Sensoji entonces no dejes de visitar el mirador en lo alto del edificio de la oficina de turismo de Asakusa. Se encuentra en una esquina frente a la puerta Kaminarimon y el acceso es gratuito.
Te dejamos por aquí un vídeo que grabamos simplemente paseando de noche por el Sensoji. No es lo mismo que estar allí pero seguro que te ayuda a hacerte una idea de por qué nos gusta tanto.
Como habrás podido observar, una visita al templo Sensoji no se limita solamente a recorrer un típico templo y llevarte unas cuantas fotos a casa. Es experimentar la vida de un barrio de Tokio, perderte por sus calles, conocer la historia tras el templo, aprender sobre las costumbres cuando visitas uno y también disfrutar de todo lo que rodea la zona.
Para nosotros es uno de nuestros lugares preferidos de Tokio que visitamos sí o sí cada vez que pasamos por la ciudad. Esperamos haberte transmitido al menos una parte de nuestro entusiasmo por esta zona de Tokio y que nos dejes algún comentario a la vuelta de tu visita al templo Sensoji de Asakusa.
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