El santuario Meiji, o Meiji Jingū (明治神宮), es un icono de Tokio al que hasta ahora solo le habíamos dedicado unas pocas líneas en nuestra guía de Shibuya, y es por ello que hemos querido otorgarle la importancia que merece con este artículo en el que te daremos todos los detalles para que disfrutes al máximo de tu visita a uno de los puntos más frecuentados de Tokio por japoneses y turistas extranjeros.
Recientemente, el 1 de noviembre de 2020, se ha cumplido el 100º aniversario de la construcción de este gran santuario sintoísta dedicado a las almas del Emperador Meiji (1852 - 1912) y su esposa la Emperatriz Shoken (1850 - 1914), cuyas tumbas se encuentran en la ciudad de Kioto. Sus esfuerzos por entablar buenas relaciones con otros países tras un largo episodio de aislamiento, la promoción del bienestar nacional y la educación de las mujeres fueron aspectos que les hicieron ganarse el cariño de los japoneses.
Su construcción fue posible gracias al trabajo de los voluntarios y la donación de más de 100.000 árboles procedentes de todo Japón. La zona elegida fue un campo de lirios que los emperadores solían visitar de vez en cuando. Desafortunadamente, muchos de los edificios del complejo original del santuario se quemaron durante los bombardeos en la Segunda Guerra Mundial, aunque el incansable trabajo de los habitantes de Tokio y las donaciones recibidas permitieron la reconstrucción de los mismos en el año 1958.
Nuestro paseo por el complejo que forma el Meiji Jingu comienza en una gran puerta torii, o más bien dos, ya que se puede acceder tanto por la entrada norte más cercana a la estación de Yoyogi o por la entrada sur que queda más cerca de la estación de Harajuku. Seguramente accedas por la puerta sur, cuyo torii está hecho con madera de ciprés y es uno de los más grandes de Japón.
Al estar este santuario ubicado en un terreno boscoso de unos 700.000 m2, en un primer momento sentiremos que hemos pasado de estar en una de las mayores ciudades del planeta a vernos paseando en medio de un bosque. Y es que la sensación de paz y tranquilidad (si obviamos la cantidad de turistas que seguramente tendrás a tu alrededor) que experimentarás nada más cruzar el torii parece mágica.
Durante este tranquilo paseo de unos 10 minutos que nos llevará a la zona central del santuario cruzarás algún pequeño puente de piedra y te sentirás arropado por esos 100.000 árboles traidos de todas partes del país. Si accedes por la puerta sur, que es la más habitual, te cruzarás además con el acceso al Meiji Jingu Museum dentro del cual se exponen algunos tesoros de la colección del santuario, así como otros objetos que pertenecieron a los emperadores. Uno de sus objetos centrales es el carruaje que tomó el Emperador Meiji el día que proclamó la Constitución Meiji en 1889.
Horario del museo: 10:00 - 16:30 (último acceso a las 16:00) [Cierra los jueves]
Entrada: 1.000 yenes
Un poco más adelante verás la entrada al jardín interior del santuario, el cual es de pago (500 yenes). En su interior encontrarás distintas especies de flora japonesa, así como un gran estanque que invita a la relajación. Siguiendo con nuestro paseo nos cruzaremos con dos de los elementos más curiosos de la visita y que más suele atraer la atención de los visitantes, dos murales formados por barriles de sake y de vino.
La parte de los barriles de sake, llamados kazaridaru, sirven como ofrenda a las deidades del santuario y han sido enviados por diferentes destilerías de sake de todo Japón. Justo frente a los barriles de sake encontrarás una colección de barriles de vino de Borgoña. La presencia de estos barriles de vino aquí se debe a la admiración que sentía el Emperador por la cocina y la bebida extranjeras (especialmente el vino francés). A raíz de esto varias bodegas de la región de Borgoña realizaron una donación de barriles de vino en el año 2006, recibiendo nuevas donaciones cada año. Estas donaciones son realizadas en señal de amistad y fraternidad entre ambos países, y con la intención de reforzar los lazos que unen a Francia y Japón. Justo al lado encontrarás un panel donde se explica esto con más detalle.
Una vez pasada esta zona estaremos cerca del acceso al área principal del santuario, marcada por la presencia de nuevas puertas torii, destacando la puerta Ootorii, un torii de estilo myojin que es la mayor de Japón en su categoría con 12 metros de alto y 17 de ancho. Es aquí donde se unen los caminos de aquellos que vienen desde el camino norte y el camino sur.
Justo antes de acceder al santuario verás la zona de purificación, el temizuya. Aquí deberás purificarte con el agua para dejar atrás los malos espíritus antes de acceder al santuario. Si quieres saber en qué consiste y cómo realizar este ritual te animamos a que consultes nuestro artículo con recomendaciones y consejos para la visita a un santuario japonés. Accede a través del siguiente banner.
Una vez purificados, podremos pasar bajo una de las tres entradas que dan acceso al área sagrada del santuario Meiji. Nuestro acceso será por la puerta Minami Shinmon. Esta es la puerta principal, construida en 1921 con madera de ciprés y tiene la particularidad de que, junto con una de las oficinas de venta de amuletos (shukueisha), no fue destruida durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Podrás diferenciarla de las otras dos puertas de acceso ya que tiene dos plantas, en comparación a la planta única de las otras dos.
Una vez dentro del recinto, te recomendamos fijarte en una pareja de árboles que verás en la parte izquierda. Son los conocidos como Meoto Kusu, dos árboles de alcanfor sagrados unidos por una cuerda sagrada o shimenawa que se plantaron aquí en 1920. Esta pareja de árboles simboliza la seguridad de la familia y el matrimonio (en recordatorio de la sólida relación del Emperador Meiji y su esposa), y es recomendable su visita si quieres rogar por tu relación de pareja o por la búsqueda de una nueva.
En la parte derecha verás otro árbol de alcanfor bajo el cual hay una colección de tablillas ema que contienen los deseos y mensajes de gratitud de los visitantes del santuario. Puedes comprar tu tablilla por unos 500 yenes en una de las oficinas cercanas, escribir tu deseo o mensaje y colgarla aquí. Estas tablillas son ofrecidas al kami del santuario cada mañana por los monjes y quemadas en un fuego sagrado.
Ahora sí, ya puedes centrarte en el edificio central (honden) y contemplar con detalle la bonita arquitectura de estilo nagare zukuri donde se utilizó madera traida desde el Valle del Kiso (Nagano) y techos revestidos en cobre (para proteger contra los incendios). Seguramente llame tu atención ver a cientos de japoneses y turistas lanzar monedas dentro de un cajetín de madera (saisenbako). Una vez más, te recomendamos leer nuestro artículo sobre "Los santuarios en Japón" si te apetece saber en qué consiste este ritual y cómo llevarlo a cabo de manera correcta.
Tras esta edificación hay una zona a la que no pueden acceder los visitantes y donde se llevan a cabo distintas ceremonias donde se ofrece a los kami (dioses del santuario) comida sagrada y rezos conocidos como onikkusai. Suelen llevarse a cabo cada día a las 8:00 y a las 14:00.
Una vez presentados tus respetos a los emperadores, puedes darte una vuelta por el recinto y comprar algún pequeño amuleto (omamori) o, si has ido en domingo, tal vez tengas suerte y puedas contemplar una típica boda japonesa o al menos el paseo de los novios.
El resto de tu visita al santuario Meiji lo puedes dedicar a recorrer el inmenso parque que lo rodea, tomar algo en alguna de las cafeterías que hay por la zona o incluso presenciar alguna ceremonia de rezos por la seguridad en la carretera, con purificación de vehículo incluida. Otra opción es acercarte hasta la Sala del Tesoro en la zona norte, con algunos artículos que fueron propiedad del Emperador Meiji y la Emperatriz Shoken.
La forma más cómoda de llegar al Meiji Jingu es bajando en la estación de Harajuku (Harajuku Station) de la línea JR Yamanote. Si coges la línea de metro Chiyoda entonces debes bajarte en la estación Meiji-jingu-mae. Desde cualquiera de estas dos estaciones hay un corto paseo hasta el torii principal que da acceso al santuario. Si vas a hacer la entrada desde la zona norte entonces deberás bajarte en la estación de Yoyogi, a la que llegan las líneas JR Yamanote, JR Chuo, Sobu, y la Toei Oedo. Desde aquí son unos 5 minutos andando hasta la entrada.
Existe otra entrada en la zona oeste del parque, la entrada Sangubashi, a la que puedes acceder bajando en la estación del mismo nombre a la que llegarías con la línea Odakyu.
El horario de acceso coincide con la hora del amanecer y el atardecer, siendo recomendable consultar la web oficial para tener una referencia según el mes de nuestra visita. La entrada es gratuita.
La verdad es que la visita al Meiji Jingu debería ser un punto clave en tu itinerario por Tokio, ya no solo por ser uno de los santuarios sintoístas más importantes de Japón, sino por la belleza de su entorno y la tranquilidad que experimentarás incluso encontrándote en medio de la gran Tokio. Eso sí, si tienes pensado estar por allí en Año Nuevo entonces replantéate la visita ya que con motivo del hatsumode (primera visita a un santuario en Año Nuevo) habrán miles y miles de personas agolpándose para entrar.
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