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Cuando estamos preparando una ruta por cualquier lugar de Japón, algo que siempre incluimos como visita obligatoria es algún templo o santuario importante del lugar. En el caso de Tokio, hay muchísimo donde elegir, así que para hacerte la vida más fácil hemos querido traerte una pequeña lista con los mejores templos y santuarios de Tokio que no te puedes perder.
Antes de comenzar, solo darte unas pequeñas pautas para que sepas reconocer un templo en Japón:
Los templos son budistas.
Al acceder a un templo japonés pasarás por una gran puerta conocida como sanmon.
Suelen albergar un gran quemador de incienso.
Encontrarás varias estatuas budistas.
El nombre del templo suele incluir la terminación -tera, -dera, -in o -ji.
Habitualmente encontrarás una pagoda, un salón principal (honden) y otras salas auxiliares rodeando un amplio espacio central.
No podíamos empezar con otro que no fuera una de las joyas de Tokio, el templo Sensoji. Posiblemente el lugar más visitado del barrio de Asakusa. Se trata del templo budista más antiguo de Tokio y sus principales atractivos son su famosa puerta Kaminarimon, la espectacular Nakamisedori con sus más de 90 tiendas con todo tipo de souvenirs, su espectacular pagoda y su salón principal, el Kannon-do.
Puedes descubrir todos los detalles de este templo imperdible de Tokio en el artículo específico que escribimos sobre él.
¿Quién no ha visto la famosa imagén de este templo con la Tokyo Tower a sus espaldas? Nos encontramos ante el designado como templo familiar del clan Tokugawa, uno de los más influyentes en la historia de Japón.
Atraviesa la puerta Sangedatsumon, única estructura del templo que salió airosa de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, y da un paseo hasta su salón principal en cuya parte trasera encontrarás las tumbas de seis de los quince shogun del clan Tokugawa. Otro de sus puntos más visitados es el pasillo rodeado de estatuas jizo que representan a bebés no nacidos o que se fueron a muy corta edad.
Visita nuestro artículo sobre el templo Zojoji y descubre todas las curiosidades que esconde.
Un remanso de paz en medio de Tokio. Ubicado en el distrito de Yanaka, una de las joyas escondidas de la ciudad, y más concretamente en uno de los extremos del cementerio de Yanaka más próximos a la estación de Nippori.
Su joya principal es una gran estatua de Buda en bronce, construida en 1690, y que los locales bautizaron como "Tennoji Daibutsu".
El conocido como "templo de los gatos", está ubicado en el barrio de Setagaya de Tokio. Su principal atractivo radica en la creencia de que fue aquí donde surgió el famoso maneki-neko, esa figura de un gato con la pata derecha levantada, que se cree que atrae la buena suerte, y que habrás visto miles de veces.
Además de innumerables figuras del maneki-neko, aquí encontrarás una pagoda de tres pisos y el campanario del templo, un elemento muy común en los templos budistas.
El templo donde se encuentran las tumbas de los 47 ronin, los "samuráis sin maestro de Ako". Aunque es un templo bastante pequeño, la historia de estos héroes atrae la visita cada año de miles de personas que vienen a honrar su memoria. El día más importante para este templo es el 14 de diciembre, cuando se conmemora la venganza de los 47 ronin. El templo se llena hasta la bandera y puedes encontrar una gran cantidad de puestos callejeros de comida.
Pásate por nuestro artículo sobre el templo Sengakuji y descubre la espectacular historia de los 47 ronin.
Este templo situado en el barrio de Sugamo, perteneciente a la secta budista Soto Zen, no es de los más conocidos de Tokio, pero nos ha resultado interesante incluirlo en este listado ya que tiene la peculiaridad de que mucha gente mayor japonesa lo visita porque tienen la creencia de que ayuda a curar las enfermedades.
La "culpable" de esta creenvia es una estatua de Togenuki Jizo, a la que se le deben presentar los respetos de cierta manera para contar con su bendición. Si visitas este templo, verás que mucha gente mayor hace cola para echar agua sobre aquella parte de la estatua que asocian con su dolencia, secando luego esa misma zona con una pequeña toalla.
Aunque ya tenemos un completo artículo dedicado a los santuarios japoneses con muchos consejos útiles para disfrutar de la visita, vamos a darte unos cuantos apuntes para que sepas reconocer un santuario en tu viaje a Japón:
Los santuarios son sintoístas y en ellos se venera a los kami (dioses).
Su entrada viene marcada por un gran torii que separa el mundo terrenal del divino.
A la entrada también puedes ver estatuas de animales sagrados llamadas Komainu.
Aquí podrás purificarte con agua en las fuentes conocidas como Temizuya.
Suelen tener una sala principal (honden) donde se venera a un objeto sagrado y otra u otras salas auxiliares llamadas haiden.
En algunos santuarios encontrarás que de una de las salas cuelga una gran cuerda con un cascabel enorme en lo alto que debes mover para llamar al kami del santuario.
También conocido como Meiji Jingū, se encuentra en las inmediaciones del parque Yoyogi en Harajuku. Nada más entrar te encontrarás con uno de los toriis más grandes de Japón que te avanza que esta visita promete.
Una gran área boscosa rodea el recinto principal del santuario, donde los fines de semana es habitual encontrarse con alguna boda japonesa. Este santuario es uno de los imprescindibles de Tokio, así que no dejes de visitarlo. Para que tengas más información sobre su historia y todo lo que tiene que ofrecerte, visita este artículo dedicado íntegramente al santuario Meiji.
Ubicado en el parque de Ueno, este santuario está dedicado a la figura de Ieyasu Tokugawa, fundador del clan Tokugawa de gran importancia en la reunificación del Japón feudal. Considerado un bien de importancia cultural de Japón por su estilo arquitectónico del periodo Edo, una parte del santuario es gratuita y otra de pago. Simplemente el poder observar la belleza de la fachada exterior ya hace que la visita valga la pena.
Un santuario muy conocido entre los amantes de la electrónica, el anime y el manga. No obstante, está situado a escasos minutos del barrio de Akihabara, aunque esta no es su ubicación original. Aquí se venera entre otros a la deidad Daikokuten, uno de los siete dioses de la buena fortuna (shichifukujin). no obstante, en el santuario encontrarás una enorme estatua de piedra de esta deidad.
También podrás encontrar un museo del santuario, un altar portátil (mikoshi) utilizado en el famoso Kanda matsuri, y multitud de amuletos (omamori) y tablillas ema con personajes de manga y anime.
En el distrito de Bunkyo nos encontramos con otro de los santuarios más antiguos de Tokio, el santuario Nezu. Pequeños pasillos repletos de toriis y zonas ajardinadas hacen que nos olvidemos durante nuestra visita de que estamos en una de las mayores ciudades del planeta. Especialmente recomendable la visita entre los meses de abril y mayo para disfrutar de su festival de azaleas. Solamente decir que está inspirado en el santuario Toshogu de Nikko, así que ahí es nada.
En este mapa encontrarás la unicación de todos y cada uno de estos templos y santuarios imprescindibles en tu visita a la gran Tokio. Hay otros muchos que no hemos incluido, pero somos conscientes de que no tenemos todo el tiempo del mundo para solo ver templos y santuarios en Tokio, y creemos que con esta selección irás bien servido.
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